martes, 11 de diciembre de 2012

Motivos (perversos) de los que ejecutan acoso laboral

En nuestra experiencia en la asociación podemos destacar algunos motivos -o por mejor decir sinrazones- como más frecuentes en los que someten a acoso laboral a sus inferiores o iguales en la empresa:
- Minar al trabajador para que agotado por la presión se vaya por su cuenta, sin derecho a indemnización; generalmente se trata de trabajadores fijos.
- Técnica de represalia contra la mujer que no se quiere someter a la coacción sexual,  en cuyo caso se trata de una doble coacción.
- Ser empleado que no ha entrado en una institución por clientelismo político, para que abandone, se vaya de baja laboral, y así su puesto sea cubierto con sustitutos ya preparados por el entorno clientelar que sin ser dueños de nada sí se apoderan de la institución con sus "leales".

- Ser empleado que no se somete a mandatos irregulares o ilegales, a los trapicheos de los jefes.
- Trabajador que es sometido a acoso laboral por un compañero porque éste tiene previsto que su baja sea cubierta por un familiar o amistad, similar al clientelismo político, puede mezclarse con él, o bien puede ser iniciativa individual.
- Rechazo de principio al trabajador que tiene cualidades destacadas y es eficaz; pone en evidencia la mediocridad de los que están. Buenos trabajadores que son temidos porque harán elevar el listón comparativo.
- Trabajador que por personalidad no es proclive a las medias tintas y dice lo que piensa sobre la situación laboral, y ello sin contar con la protección de un grupo.
- Trabajador que tiene detalles de físico, hablar, personalidad tímida, que suscitan menosprecio en compañeros que con otros son halagadores.
- Trabajadores con un componente de quijotismo, con tendencia a dar lecciones o que son referente moral de algún modo.

No son las únicas motivaciones, pero todas ellas conducen al deterioro de la persona, a que abandone su trabajo, no vacilando en llegar al extremo de que caiga en las peores condiciones, se desespere, sufra la familia, se quede sin salario. Por lo general, el acosador cuenta con la complicidad al menos del "mirar hacia otra parte" que hacen compañeros o jefes y se le aplica la máxima de que el problema es siempre la víctima no el que le acosa, ya que éste generalmente está bien respaldado. Es difícil que se haga justicia si el acosado queda aislado, lo que es con creces lo más frecuente, mientras que si se trata de personas en un grupo de trabajadores con decencia moral se tienen muchas más probabilidades de salir adelante.