miércoles, 30 de marzo de 2011

La reflexion de la víctima del acoso en el tiempo vacacional

En verano explica Iñaki Piñuel, experto en mobbing, es cuando uno se replantea todo y se hace balance. El ACOSO EN EL TRABAJO es un problema que típicamente acaba manifestándose cuando rompes en los periodos vacacionales con el ritmo habitual.
Porque la persona aguanta y aguanta y llegan las vacaciones y se pregunta: ¿pero qué me está pasando? O simplemente se da cuenta de que estando un mes sin ir al trabajo todo los síntomas remiten.

Por eso es excelente la llegada de las vacaciones, salir del ambiente tóxico, como si estuviera expuesto a una sustancia cancerígena, en el que se le HOSTIGA, NINGUNEA, HUMILLA y DEGRADA y, además, se le hace todo eso con su propia participación, ya que el trabajador se autoinculpa, piensa que algo malo habrá hecho, en qué se habrá equivocado, y, no encontrando nada, empieza a somatizar el daño.

Es el mobbing, que es una persecución, un comportamiento que busca ir a destruir a un trabajador, a excluirle, y, desde luego, no es parte de ningún empleo expulsar al que hace el trabajo, como no es parte del trabajo que te destruyan por trabajar, y eso nunca puede ser admitido como parte del salario.

Porque cuando hablamos de las somatizaciones que provoca este acoso hablamos de cosas muy graves y no de que le duele a uno un poco la espalda por estrés.

Hay víctimas de acoso que hacen cardiopatías y cánceres; hay gente que se pone al volante de su coche y se suicida, y muchos de ellos no tienen siquiera conocimiento de la causa, piensan que están enfermos, que no pueden con sus vidas, con sus tabajos, que, simplemente, están deprimidos».

¿Qué hice para merecerlo?
Ante este panorama acongojante, ¿hay alguien que pueda merecer un acoso así?

Piñuel es tajante: «No hay nada que una persona haya hecho para merecer eso. La VICTIMA de mobbing siempre es INOCENTE.
No sólo es que no haya hecho nada para sufrir esta agresión sino que, precisamente, lo que explica que se le haga mobbing es que NO SE LE PUEDE DESPEDIR ELEGANDO QUE DESEMPEÑA MAL SU TRABAJO, porque realmente se trata de un empleado brillante, válido, al que sólo se puede eliminar por técnicas perversas».

Puesta la situación sobre la mesa, la segunda cuestión es identificar plenamente al AGRESOR, un elemento envidioso, ruin y miserable, cuyo perfil, sin ninguna duda para este experto es el de un psicópata, que padece en muchísimos casos un trastorno narcisista de la personalidad.

«Son personas que viven un profundo complejo de inferioridad, piensan que no poseen ningún valor que pueda justificar el puesto de trabajo que ocupan y que se comportan acreditando todo lo contrario con grandes declaraciones acerca de lo que valen; unos escaparatistas que cuidan al máximo su físico, exhiben trajes, cabezas de peluquería, relojes caros... lo que sea con tal de mostrar el valor supuesto de las personas que los poseen; además, tienden a rodearse en sus equipos de trabajadores mucho más mediocres que ellos, que no les amenazan profesionalmente, generalmente, trepas y pelotas.
Igual que el psicópata criminal, el psicópata ORGANIZACIONAL mata, aunque psicológicamente, sin atisbo de sentir culpabilidad, y a la vez con enorme capacidad de encantar a la gente, hasta el punto de colárseles a los psicólogos en las selecciones laborales y a los altos ejecutivos; trepan rápidamente, llegan arriba, y entonces sus efectos son demoledores».

«Es complicado, pero la clave está en que las víctimas de mobbing hagan frente a su verdugo. Mirar a otro lado, pensar que no hay mal que cien años dure, que se le pasará, que a ver si le promocionan, que... ¡a ver si se muere! Pues no queda. Todo el mensaje central es romper esa unanimidad contra la víctima que el psicópata ha logrado.

Y nosotros nos preguntamos ¿y a quién no le han hecho la vida imposible en su trabajo?
Entonces el investigador salta: «¡Pero en nombre de qué va a ser normal que te destruyan en tu puesto laboral!
Que sea un problema de siempre no quiere decir que haya que trivializarlo. He descubierto en los salmos de la Biblia descripciones ?de libro? de acoso moral que padecía el salmista. Y ahí está la historia de Caín y Abel. ¿Por qué mató el primero al segundo? Ni más ni menos que por ENVIDIA, la causa última del mobbing».

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