jueves, 4 de julio de 2013

Neurosis y desorden de carácter en el mobbing



Hay dos ingredientes psíquicos opuestos, que cuando aparecen en personas que han de relacionarse, como es en un trabajo, producen situaciones muy tóxicas para una de las partes. Cuando hay propensión a la neurosis (sin ser esto enfermedad mental) el individuo asume demasiada responsabilidad de los problemas en su vida. Los síntomas de la neurosis se pueden manifestar como depresión / ansiedad / ataques de pánico / autoconciencia. Quien tiene elementos neuróticos a menudo cree que hay algo intrínsecamente malo / inadecuado en lo que es él mismo o en sus actuaciones. A menudo asumen culpas increíbles sobre sí mismos, experimentando culpa y vergüenza fácilmente.
Por el contrario tenemos a quienes se consideran muy poco responsables de los problemas en su entorno. Los síntomas del desorden de carácter se manifiestan en trastornos borderline como el narcisismo y el protagonismo, que pueden catapultar a puestos de mando a personas que en realidad son incompetentes y enemigos de la competencia ajena. Los síntomas a menudo son indistinguibles de la personalidad del individuo. Quien tiene un desorden de carácter a menudo evalúa la culpa-fallo de los demás en un grado excesivo. Ellos a su vez asumen poca culpa y son a menudo incapaces de reconocer y distinguir el daño que hacen a los demás en su vida, o bien fingen fácilmente desconocerlo. Como sucede a menudo el que tiene desorden de carácter perpetúa y agrava la neurosis del individuo de inclinaciones neuróticas.
Ni qué decir tiene que si un trabajador es portador de un cierto grado de neurosis se convertirá en objeto de persecución de un jefe que padece desorden caracterial. Esta relación fácilmente puede conducir al primero a problemas psiquiátricos severos, que el acosador utilizará fácilmente como evidencia en su favor.

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