He aquí un enlace a un muy interesante caso contado con todo lujo de detalles sobre el mobbing y el cambio de contingencia laboral, que puede ayudar a afectados que se encuentran con el muro de la falta de reconocimiento y que debiera hacer reflexionar a la judicatura, para introducir la figura de las consecuencias por acoso más allá del "accidente laboral"(sic que es una burla):
http://mobbingopinion.bpweb.net/artman/publish/article_877.shtml
Si el maltrato psíquico está reconocido en las relaciones de género ¿por qué no en las relaciones laborales? Una persona hundida moral y físicamente por acoso, no sufre un accidente, sino un crimen moral y como tal debe ser reconocido, llamarle accidente laboral es un eufemismo que revela voluntad de ocultación de judicatura y poderes públicos.
Si alguien dice tener acoso y está más fresco que unas rosas, sabemos que miente, pero si está hundido y no es por adicciones, rupturas familiares, ruina económica o causas extralaborales fáciles de establecer,entonces que se tipifique como filocrimen. Y en las administraciones públicas que deje de pagar el Estado lo que debe pagar el acosador. Porque hoy el acoso se financia con el dinero de todos, aunque el coste es pequeño, porque la judicatura se defiende con uñas y dientes incluso contra las pruebas más tumbativas, ninguneando toda evidencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario