jueves, 13 de junio de 2013

Reducir la curva de aprendizaje del acosado laboral

Desde la experiencia empírica que surge de las reuniones con los acosados laborales que acuden a la asociación detectamos una serie puntos que ayudan a entender mejor el proceso de acoso, de ayuda sobre todo para los que empiezan este duro calvario y empiezan con unas expectativas que a menudo no se cumplen. Como se dice en el argot empresarial, se trata de que su curva de aprendizaje sea más corta.

Al principio creemos poder vencer, pero nosotros estamos solos y el acosador no

Un pensamiento habitual al principio del acoso es el de pensar que uno es lo bastante fuerte y que podrá afrontar ese acoso, por simple resistencia y confianza en sí mismo. Los que vienen a la asociación han fracasado en este punto y lo reconocen, una pobre valoración del contrario, sobre todo desconocimiento de sus apoyos secretos, hace que creamos vera a un solo individuo acosador, cuando en realidad está apoyado por detrás. Un caso: compañera de trabajo de edad mayor desata acoso contra joven de brillante curriculum, se trataba de envidia manifiesta, y la joven lo tomó como una pugna de poder a poder, no contaba con que la compañera de trabajo (en una oficina bancaria) era la esposa de un importante inversor. Ningún apoyo por tanto de los que en teoría podían ver fácilmente qué pasaba y la incompetencia de la persona; consecuencia, meses después la joven tenía que acudir a tratamiento psiquiátrico. Afortunadamente el caso finalmente se resolvió al intervenir autoridad superior con sentido común (lo que no suele ser habitual en nuestra experiencia).

Los superiores siguen el modelo matruska

En conflicto con un subordinado, las distintas instancias jerárquicas tienden a un modelo de respuesta en matruska, (ya saben, las muñecas rusas que se encierran unas en otras, la pequeña se envuelve en otra mayor, ésta en otra mayor y así sucesivamente hasta la cúpula). La expectativa inicial de un acosado es de pensar idealmente en los superiores con los que no tiene contacto directo; la probabilidad de que endosen la posición del acosador es del 95% a pesar de las evidencias en contrario.
El 5% raro restante donde la cúpula no ampara al acosador de jararquía intermedia se da cuando este acosador se le va la mano y ha acosado a otros empleados en el pasado. Por tanto sin un historial reiterado, es decir, sin "antecedentes", el acosado no debe esperar favor desde las cúpulas.
Otra clave de éxito en el problema del acoso -siempre a medio plazo como pronto- es que el acoso sea contra varias personas simultáneamente que están unidas. Si el acosado está solo (y es el caso habitual y general) no tiene boletos para estar dentro del 5% prometedor y tiene que buscar otras vías.

El mobbing como término tabú

Los acosados han visto artículos y reportajes televisivos que se ponen del lado de los acosados siempre, como víctimas, porque comprueban las fuentes y ven el caso claro. También hay observatorios de mobbing y una literatura comprensiva de las víctimas. Pero los acosados deducen erróneamete de aquí que jerarquías sociales tendrán la misma visión favorable que los medios, y en absoluto es así. Esas jerarquías pueden ser jueces o incluso defensores institucionales y desde luego médicos de salud laboral. Por muchas razones rehuyen hasta el mismo concepto de mobbing, unos temen que se produzca un efecto llamada si favorecen a la víctima, otros temen enfrentarse a los poderes que están detrás del mobbing (no siempre un jefecillo o empresilla), otros están a favor de la empresa por sistema, dado que les pagan para que la víctima esté el menor tiempo posible de baja médica por una inmaterial depresión y otros en fin, conocen de sobra el espeso manto de silencio que cubre lo relacionado con el mobbing. Por supuesto el gran argumento para rehuir asumir responsabilidades sobre el  mobbing está en su indemostrabilidad; la inclinación es a tratarlo como un conflicto entre partes (lo que por cierto es un técnica auxiliar del mobbing, los mediadores equidistantes). Cualquiera que vaya pidiendo ayuda por mobbing necesita para que empiecen a escucharle lesiones sangrientas a la vista, es decir, estar brutalmente deteriorado psíquicamente, personal y socialmente. En ausencia de esto, la posición es que tendrá que demostrarlo todo para ser tenido en cuenta, lo que en muchos casos es una maniobra dilatoria para no asumir responsabilidades por los directivos o defensores profesionales.
Un caso palmario es una sentencia de mobbing reciente por un importante tribunal, que concedió como mucho no mobbing sino mero accidente laboral. Eufemismo risible cuya finalidad era obvia: si se sentencia mobbing a continuación ha de venir el procesamiento criminal del acosador; prefieren tratar el tema como una cuestión de "gajes del oficio".

Hay que conocer qué profesionales, juristas, de salud, pueden ayudarte y cuáles no lo harán

La orientación jurídica es fundamental porque en muchos casos el acosado ha de acudir a tribunales. Lo primero que hará es acudir a un abogado y aquí pueden tener una primera gran decepción (que llueve sobre mojado del daño previo) incluso cuando se ha contratado a alguien con lo que parecen ser totales garantías, y es que los abogados son pragmáticos totales y eso incluye el posibilismo a ultranza, lo que choca con la claridad de causa que tiene la víctima. Hay dos tipos de abogados al menos para causas de mobbing, los que son sumamente escépticos porque conocen los entresijos de la dinámica judicial y abordan los casos de manera negligente por falta de expectativas precisamente, y los abogados (muy pocos) que luchan bien incluso contra toda esperanza,buscando los escasos huecos que existen (contra Al Capone no valían acusaciones de crimen, pero se le encontró el punto débil de la evasión fiscal). Un acosado laboral de entrada no conoce el quién es quién en el mundo de la abogacía y en el de la magistratura, así como en el de los psiquiatras de mutua.
La asociación Hirigoyen tiene ese conocimiento, de alguna manera una de nuestras virtudes es la de la memoria histórica acumulada por los más de 10 años de experiencia y la cantidad de conflictos vividos donde se reiteran los mismos profesionales jurídicos y de la salud; bien es verdad que es un conocimiento limitado al ámbito vasco. En este mundo no es oro todo lo que reluce, hay famas que son más bien mediáticas pero luego no son operativas en el caso por caso de la víctima concreta.


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